El germen de la revolución
El Mayo francés de 1968 fue un movimiento de estudiantes y trabajadores que no solo instauró un cambio político, sino también, social y cultural que sentó las bases para el futuro estudiantil en el mundo. Generó ideas que miraron más al Siglo XXI que al XIX, donde fueron generadas. Los ideólogos del mayo francés impulsaron la necesidad de una alianza entre clases subalternas con la inteligencia universitaria, se proclamó la libertad de amar, cambó las costumbres en la sociedad civil, constituyó la liberación femenina y la defensa ecologista.
El principal estandarte era: "prohibido prohibir", fue un cambio social anticapitalista, antiestatista y autogestionario, descentralizador y democrático. Las ideas revolucionarias se expandieron por el mundo y tuvieron importantes consecuencias en Estados Unidos, con el movimiento hippie, en Argentina, con el Cordobazo y la revolución cultural China, entre otros.
El Cordobazo representa un hito en el proceso político y social argentino, tomó una orientación fuertemente autoritaria, anticomunista y clerical, constituye "el principio del fin del régimen militar", aseguró Jorge Alberto Requejo investigador del Instituto de Investigaciones Arturo Jauretche.
Por su parte, los estudiantes de Córdoba, en 1969, se preocupaban por la calidad de la enseñanza en Argentina y transformaron esta preocupación en lo que fue el eje de la movilización. Pero, no estaban solos en el proceso de cambio, los obreros cordobeses (dónde la industria estaba en su punto máximo de expansion), se vieron perjudicados por el congelamiento de los salarios y los convenios colectivos que la dictadura de Onganía había provocado. Las movilizaciones se dieron en el centro de la ciudad pero los manifestantes se hacían escuchar por todo el país.
La represión no tardó en llegar y Onganía envió a tropas de ejercito a reprimir contra la multitud de manifestantes. Los enfrentamientos duraron 3 días pero no aplacaron las ideas de los cientos de trabajadores y estudiantes. Días más tarde, el gobierno decretó el estado de sitio en todo el país, pero esto no alcanzó y el 8 de junio del mismo año Onganía debió renunciar dejandole su lugar a Lanusse, que no podrá mantener su cargo en el tiempo y daría lugar al regreso de Perón a la Argentina.
Los revolucionarios exigían aumentos en los salarios, creación de nuevas fuentes de trabajo para eliminar la desocupación, una universidad abierta a las posibilidades de los hijos de los trabajadores y que se sustente en los intereses del país, respeto a los habitantes de Argentina, la nacionalización institucional para poder elegir a los representantes sin persecuciones para con las ideas de ningún argentino.
Las consignas y pedidos de hace 46 años tienen absoluta vigencia en la actualidad, donde no solo los trabajadores reclaman por sus derechos, los estudiantes piden por mayores y mejores beneficios y por calidad en la enseñanza y dónde el papel de la mujer y el de la industria cultural en torno a los jóvenes tomaron gran impulso y participación.
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